martes, 29 de noviembre de 2011

Lo que Pensamos



Realizo un paneo  visual de la gente sentada al frente mío sin intenciones concretas, casi como de costumbre, de pronto mis ojos se detienen, es un chico guapo, pero ahí se queda todo, guapo, con las justas consigue llamarme  un poco la atención.
Rayos, ahí está de nuevo, a pesar de que me esfuerzo en pensar en otros asuntos mis ojos vuelven a recaer en él, esta guapísimo.
Me imagino que me sonríe y se me acerca, se sienta a mi lado y quizá me hace conversación acerca de qué tipo de música me gusta puesto que estoy con audífonos, que deliciosa coincidencia nos gustan las mismas bandas y así hablamos y hablamos, luego decide bajarse conmigo y me acompaña hasta mi casa, su aroma es profundo y exquisito, oh Dios es tan guapo ¿Pensara que soy bonita? ¿me sonreirá si le sonrio? Si tan solo me sonriera en este instante me acercaría y le hablaría, es más seria capaz de estamparle un beso así de la nada, podría morir feliz… oh me ha visto por un segundo, mi corazón se congela, que vergüenza seguro noto que le estaba viendo, no importa hazte la loca, vuelvo a mirarlo y él está viendo por la ventana, quizá ni le importo, claro que no le importo, ni siquiera sabe quién soy, tenía que verme así con la peor ropa que tengo puesta y después de una mañana de cansancio. ¿Qué edad tendrá? ¿de dónde será? Porque no vuelve a mirarme y me sonríe para matarme de una vez , de pronto el autobús se detiene y el se baja sin mirarme, allí se va el amor de mi vida.

No estaba pensando en nada hasta que la vi.
Al principio no muy convencido, trate de seguir pensando en mis cosas pero por accidente volví a verla , sentada muy delicadamente hablando con ese imbécil con el que se subió, espero no sea su enamorado, ella es una belleza y él es un tipo gordo e imbécil que habla gritando. Miro por la ventana para asegurarme de que no me he pasado de donde debo bajarme, levemente muevo las pupilas hacia donde esta ella y vuelve a capturarme, debo ser rápido para que no de cuenta que la estoy observando, escucha con tanta delicadeza, asiente, sus rizados cabellos bailan con el  viento que ingresa por la ventana semi abierta de su costado, su rostro me impulsa a expulsarle los mas bellos adjetivos y a atribuirle la mayoría de las virtudes, es hermosa y me castiga con una mirada furtiva y coqueta … quizá piense que soy un enfermo, un acosador, me pongo nervioso y dejo de verla . el gordo acaba de decir ‘baja en la esquina’  dos pinzas me aprietan el corazón , se ha ido, acaba de bajarse y no logre decirle nada, no logre quitarle nada, ni siquiera su nombre.