jueves, 30 de junio de 2011

La Capital

El pobre hace al rico, El rico hace al rey,
El rey a la gloria, La gloria inmortal,
Resurrección, vuelve a empezar.

Son las 00:30. La luz es tenue, pronto el foco se quemara.
La habitación es reducida, con paredes que lucen un color desabrido y oscuro como mi piel.
La ventana abierta deja entrar un poco de viento que me refresca y me acaricia junto a los rumores de un concierto popular que se realiza no muy lejos de aquí.
Recostada sobre este durísimo catre comprendo finalmente que estoy perdida no solo porque me gaste lo ultimo que tenia para sobrevivir esta semana en literatura y ganya que observo reposar pasivamente en mi mesita de noche , cada elemento reside en su respectiva bolsita, hasta creo que me sonríen ‘que bien lo pasaremos mañana’ . Como no estar perdida si hasta los objetos me hablan y se dirigen a mi con sus sonrientes caritas , no también lo estoy porque ni si quiera tengo un noviecito baterista desaseado que pueda venir a visitarme y decirme que mas tarde tocara en el bar de Grot o algún otro agujero, que estará de putamadre, que me hable mientras  se arma un bate de mi mercancía, la prenda, le de un par de piteadas  y acto seguido se ponga a desvestirme desfachatadamente. 'que bien lo pasaremos esta noche'
creo que principalmente estoy perdida me vine a vivir aquí en busca del sueño bohemio, de la felicidad que solo podían traerme mis pasiones y adicciones perversas, donde podrían caerme grandes oportunidades cual gotas de lluvia sobre la cabeza, donde no puedo evitar sentir punzadas de miedo cuando cae la noche, donde no puedo evitar formar parte de un paisaje urbano alborotado, un rebaño programado que cruza la calle las begonias con prisa.